jueves, 3 de abril de 2008

El Tunel



Tan pequeño, reducido e incluso asfisiante. Creía que la caída nunca acabaria, creíamos...creíais...
Pero es ahora al levantar la vista que caen ante mi pequeños copos, que parecen de nieve. La niebla se extiende y ya no logro ver las paredes de cristal. No veo nada, desde que descendí hasta lo mas profundo de mi ser y ahora vacía, incompleta, sin saber por donde caminar.
Y los copos caen y la niebla se expande con calma, pero me niego a apartarla, pues me da miedo caminar y chocarme con el cristal que tengo de frente, con las paredes de frágil cristal que componen mi mundo. Por eso entré en el túnel sin tocar las paredes, para no notar su frió, pero los copos que caen me cortan el aire y la agonía se hace tan intensa en este sitio tan cerrado que toco lo que me rodea y no hayo calor alguno. Cerrando mi pequeño túnel, para que no entren los copos de aquellos recuerdos del pasado. Para que no tiñan de negro las hojas en donde escribo, pues ya el túnel queda cerrado. Y ahora son mis manos las que abrazan el fino cuello de la copa que esta posada justo a la derecha de este rincón del laberinto.

Pero no beberé... hasta encontrar aquello que me has robado...
Y es que mi voluntad es tan fuerte como la tuya y mi reino igual de grande...

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