jueves, 24 de abril de 2008

La llegada de la Espuma



Soplaba tan fuerte el viento que las lágrimas derramadas por Harmuna salían despedidas de sus mejillas para chocar en los cristales de las paredes del laberinto. Parecía que la lluvia azotaba la quietud del laberinto, pero es que ni el viento consolaba a la joven que lloraba mas y mas...sin descanso.
Las lágrimas y el azote del viento la pusieron empapada, tanto que ya no parecía que llorara, sino que la lluvia la había mojado hasta lo mas profundo del corazón haciendo que su escudo de papel comenzara a humedecerse tanto que dejara ver la desnudez de su alma.
La fuerte brisa la castigaba, pero a mi parecer parecía querer despertarla haciéndole ver que no es única por el color de su capucha, sino que debería ponerse en pie aceptando la caída de los cuadros de sus piernas.

La caída de las escamas de colores contrapuestos que formaran el camino que la llevara al comienzo, y que siempre han estado en los caminos que ha recorrido al ser parte sus piernas y del color de sus huellas.