lunes, 7 de abril de 2008

-Vida y Sombras-


La niebla comienza a disiparse, mientras que ella cree sentir los pies fríos por el agua caída desde sus ojos. Ahora la cuerda se desata de su muñeca y el viento que sopla fuerte la eleva y dibuja con ella en la niebla que queda, hasta que desaparece.
La niebla no ha desaparecido al igual que los copos que caen del cielo, pero la noche los tiñe, y parece disiparse todo de nuevo. Quedando de nuevo Harmuna entre sus amadas paredes de cristal, de ese mundo enrevesado en el que el feliz, o al menos lo era hasta hace unas horas.
Y la niebla parecía humo, y lo blanco del humo y lo gris de la niebla y la nada, cenizas que caen como pocos....

-¿Nieva?- dijo estirando la mano.

Y por primera vez en ese lugar, y como muchas otras en un sitio que ya no recuerda, estira la mano para tocar lo que no se puede poseer y abre los ojos lentamente vislumbrando la imagen de unas ramas que crecen...desde el cuerpo de un animal.
¿Un ser con vida en mundo sin ella? ¿una imagen transtocada de la realidad?

-Es un ciervo..eso solo y nada mas...- y su voz tiembla como cascabel percatándose no del ciervo, sino por la apertura del túnel antes cerrado.

Los ojos del Bosque -El globo-


Y lo llenas de aire, pero se escapa.
Y lo dejas vació y ya no es lo que es.

Dejarle sin ser lo que es, dejarle sin alma. Abandonarlo en un cajón, encerrarlo en una habitación.
Sabes que es jaula, prisión de aire que intenta escaparse. Por eso si lo llenas vuela alto, por eso se vacía con el tiempo. Si no es libre, sino puede volar en libertad ¿Es bonito verlo? ¿Es bueno atarlo?

Tenemos la fijación de enjaular lo bonito, para que no se vaya. Para que no se pierda.
Pero en ocasiones es mejor dejarlo libre para poder admirar todo su belleza aunque sea por un solo instante, antes que no haberlo visto nunca.

No me gusta, luego lo dejo libre. Aferrarse a algo conlleva saber que tarde o temprano deberás perderlo. Por lo tanto es mucho mejor saber que es libre de volver, y si no vuelve la respuesta es simple.
No merecía la pena aferrarse a el.

Tú y tu inseguridad. Yo y mi libertad.