lunes, 7 de abril de 2008

Los ojos del Bosque -El globo-


Y lo llenas de aire, pero se escapa.
Y lo dejas vació y ya no es lo que es.

Dejarle sin ser lo que es, dejarle sin alma. Abandonarlo en un cajón, encerrarlo en una habitación.
Sabes que es jaula, prisión de aire que intenta escaparse. Por eso si lo llenas vuela alto, por eso se vacía con el tiempo. Si no es libre, sino puede volar en libertad ¿Es bonito verlo? ¿Es bueno atarlo?

Tenemos la fijación de enjaular lo bonito, para que no se vaya. Para que no se pierda.
Pero en ocasiones es mejor dejarlo libre para poder admirar todo su belleza aunque sea por un solo instante, antes que no haberlo visto nunca.

No me gusta, luego lo dejo libre. Aferrarse a algo conlleva saber que tarde o temprano deberás perderlo. Por lo tanto es mucho mejor saber que es libre de volver, y si no vuelve la respuesta es simple.
No merecía la pena aferrarse a el.

Tú y tu inseguridad. Yo y mi libertad.

1 comentario:

Gonso dijo...

Me gusta, tienes razón. Esa clase de cosas no están para ser encerradas. Tienen un cometido. Déjalo libre y disfruta del momento, mientras dure... Te quedará el recuerdo, y será bueno.