
Ha alzado la vista tanto que no puede dejar de hacerlo, y es que subiéndola tan lentamente se ha echo de noche. Y es que los ojos de Harmuna se han perdido en el laberinto de esas ramas que crecen hacia el cielo, como una enredadera colocada
en un muro invisible.
- Bosque...
Susurraba muy despacio y una imagen pasa por su cabeza como un rayo y cierra los ojos de espanto al recordarlo.
Se abraza a si misma y niega bruscamente con la cabeza mientras
se afana en recoger el cabello hacia un lado, con un pulso tan poco firme, que hace que el frió se intensifique. Y los copos caigan cada vez con mas arrojo y premura que el caído anteriormente. Y todo se cubre de blanco y ceniza, y solo se escucha los pequeños ruidos provenientes de una garganta encojida ante la terrorífica imagen que recorre la mente de Harmuna.
- Verdes....la ultima vez...eran verdes...
Solloza mientras sus ropas de tiznan negras por los copos que jamas fueron de nieve y siempre de las cenizas de aquellos nublados recuerdos perdidos en una mente tan compleja, de tan sencilla y bella armonía.