viernes, 12 de septiembre de 2008

Pinzas en el aire, pies en la tierra


De puntillas la joven intentaba colocar la ropa que esa mañana deseaba tender. Tan sumergida en sus pensamientos no se percató de que alguien se acercaba lentamente tras su espalda.
Se quiso alzar tantos la jovencita que casi parecía estar caminando con los dedos de los pies, justo cuando el muchacho tras de ella agarrándola fuertemente de la cintura la alza para que alcancé el cordel.

-Déjame que te ayude a estar mas cerca del cielo- dijo el joven con voz dulce.

Se tendieron servilletas, camisas y calcetines. Se cogieron con pinzas sentimientos y palabras pronunciadas. Cada cual es libre de interpretar el cielo a su antojo. Cada uno somos nuestro propio astrónomo, pero realmente mientras ambos miraban como ondeaban los retales blancos del pasado, se preguntan sin decirse nada:

¿Quien esta mas cerca del cielo? El que casi lo toca sin de puntillas ponerse o la que al ser alzada abandona el tacto del suelo.

El tiempo es como un cordel que se va llenando de ropa, solo puedes tirar en un sentido. El cordel es un transcurso entre las prendas del pasado y las de tu madurez. Pero lo guardado y tendido cuando llueve y sopla el viento debe de ser recogido.

Él nunca mas le ayudo a tender, y ella mira al cielo de puntillas, esperando que llegué el día que sus pies se alcen solos para ir tras el...