domingo, 6 de abril de 2008

Tras el Cristal - El inicio-



- ! Elda ! -grita efusivo- Mira, te he traído un globo ¿No es bonito?

La sonrisa del niño era sin lugar a dudas, una sonrisa llena de pureza y felicidad. Sin embargo la chica no parecía corresponderle. Hasta donde tengo entendido, la joven nunca había sonreído, e ahí quizás el desatino de este jovencito por hacerla feliz.

- Venga vamos. No te quedes ahí tumbada Elda, vamos a correr juntos ¿Quieres?

Le miraba de reojo siempre, nunca de frente. Y es que parecía tímida, pero algo me dice que no era así. Los cabellos de la joven cambiaban de color dependiendo del día, pero el tono siempre era el mismo. Tonos pastel y colores nada llamativos, solía tenerlo casi siempre de un rosa discreto cuando el niño le sonreía y cuando estaba sola, se tornaba en las noches grises y en las mañanas rubio ceniza. Sus ojos eran rayos de sol, dorados como el oro y su tez pura y blanquecina como el polvo de tiza.

- Elda...¿Elda? ¿Me estas escuchando?- decía mientras le jalaba del vestido- Venga, ya veras que divertido- y mientras le hablaba le ataba la cuerda del globo en la muñeca- Podrás correr cuanto quieras que el globo no se ira.

Ella abrió los ojos de par en par y le miro mientras el estaba sumergido en asegurarse de que el globo no se escapara. Sus labios se abrieron pero enmudeció de espanto, o quien sabe...

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