martes, 15 de abril de 2008

Negro sobre blanco, Blanco sobre negro


Unión, dualidad, complementario, equivalente... Palabras que les definen a los ojos extraños. Conceptos que se alejan de la realidad.
Nada puedo definirles, y nadie puede nombrarles o referirse a ellos con una sola palabra. No son algo simple o demasiado aparente. Son complicados y distantes.
Separados por una linea invisible, alejados el uno del otro por un fino hilo cristalino que a la vez los ata. Copias el uno del otro, caras diferentes del espejo, en sentidos 
opuestos y a la vez tan parecidos. 
La misma persona partida en dos, el mismo sentimiento amplificado al cuadrado.
Diferentes por el color de sus ropas, iguales en todo lo demas a la vista.
Diferentes por la vida conocida, iguales por el fin de la misma.

Uno de ellos no sabe amor y ese es su infierno. El otro si y esa es su condena.
Una vida creada para ser vivida desde un punto de vista diferente, pero hecha para llegar al mismo final. Casillas que se entremezclan en el suelo que conforma el laberinto de Harmuna.
Negro junto al blanco, blanco junto al negro, son los colores de las baldosas del laberinto y la razon ahora descubierta del porque la chica no se mueve de donde esta.
El miedo a la eleccion, el miedo al comienzo del juego.
Un juego donde estan ellos, un juego donde ella no es la protagonista y solo una pieza mas.
La vanidad de Harmuna y su orgullo...

Porque mi voluntad es tan fuerte como la tuya y mi reino igual de grande...

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